¡PASA LA VOZ! DESCUBRE POR QUÉ NO ES NECESARIO QUITAR LA PIEL DEL POLLO

Higiene, manipulación y cocción son tres aspectos fundamentales para reducir posibles riesgos, pues se reduce el número de gérmenes.

En muchos casos se elimina la piel porque se considera que contiene algunos contaminantes o agentes farmacológicos. Pero debe tenerse en cuenta que la piel no es la única parte susceptible.

Si se han seguido las pautas apropiadas de alimentación de las aves y los tiempos entre un tratamiento farmacológico y el sacrificio, no debe haber ningún problema de contaminación. También es importante la cocción, sobre todo en el centro de la pieza, desaparecerán los gérmenes gracias al efecto del calor.

Una correcta manipulación, que evite contaminaciones cruzadas, es otra de las medidas de prevención más eficaces. Se debe evitar que se produzca contacto entre pollo crudo y sus jugos con otros alimentos ya cocinados. También es recomendable sustituir las bandejas que se usan por papel transparente o aluminio, siempre y cuando no se consuma de forma inmediata. Pueden conservarse en la nevera unas 48 horas; en el congelador,

puede llegar a los seis meses; y si ya está́ cocinado, no sobrepasará los cinco días en la nevera.

Seguir estas recomendaciones asegurará que el consumo de pollo sea seguro, tanto si se elimina la piel como si no.